martes, 17 de agosto de 2010

Pioneros de la Iglesia Adventista.

El estado actual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, se debe en gran parte al trabajo, dedicación y dependencia en Dios de Hombres y mujeres, que sumergidos en ferviente oración trazaron o mas bien siguieron fielmente el camino señalado por nuestro Padre Eterno. Camino que los condujo a múltiples dificultades, pero a pesar de esto continuaron firmes en el nombre de nuestro redentor Cristo Jesús."No temas en nada lo que vas a padecer. He a qui, el diablo echara a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Se fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida." Apocalipsis 2:10.
Estos son algunos de ellos:

Jose Bates.
El Apóstol de la Verdad del Sábado.


Nacio el 8 de Junio de 1792 - Murio el 19 de Marzo de 1872

Fairhaven, Massachusetts, es una pequeña y quieta ciudad al otro lado del río Acushnet, cerca del antiguo pueblo ballenero de Nueva Bedford. A esa comunidad de Nueva Inglaterra llegaron y se establecieron en un pequeño rancho, los padres de José Bates cuando José era apenas un infante. Allí este futuro pionero de la iglesia pasó su niñez. Allí también el amor por el mar penetró en su sangre y a la edad de quince años, se hizo a la mar en un velero comercial. Por los siguientes veintiún años, fue marinero. Sus emocionantes aventuras en el mar y la historia de su vida llena de colorido es contada por Virgil Robinson en su libro "De Grumete a Cruzado Adventista" (Southern Publishing Association, 1960).

Bates regresó a la vida civil en 1828 con una pequeña fortuna. Llegó a estar involucrado en la causa abolicionista y fue conocido como un hombre intrépido y de convicción. Bates estaba trabajando en adquirir una propiedad para una escuela industrial cuando aceptó los puntos de vista de Guillermo Miller en relación con la pronta venida de Cristo. En un año, más o menos, el jubilado capitán llego a ser un respetado evangelista y dirigente espiritual entre los adventistas. El presidió una de las primeras asociaciones de los adventistas.

En la primera parte del año de 1845, Bates fue dirigido providencialmente a entender la verdad concerniente al séptimo día como el Sábado Bíblico. Visitó Washington, New Hampshire, donde un grupo de adventistas habían comenzado a observar el séptimo día. Fortalecido por esta experiencia, llegó a ser el apóstol de esta "recién" descubierta doctrina. En 1846 publicó un folleto de 48 páginas sobre el tema. El capitán Bates estuvo presente en las conferencias "sabáticas" de 1848 donde importantes enseñanzas bíblicas fueron desenterradas por los adventistas guardadores del sábado de la mina de oro de las Sagradas Escrituras. Estas recién descubiertas doctrinas llegaron a ser la "plataforma de fe" de los Adventistas del Séptimo Día.

El respetado capitán era el más antiguo miembro de los pioneros de nuestra iglesia y llegó a ser el primer presidente de una Asociación local de los Adventistas del Séptimo Día (Michigan, 1861). Vivió hasta una edad bastante avanzada. Una de las razones de su fortaleza física, a pesar de los muchos sacrificios, fue sin duda su vida temperante y su dieta sencilla. Organizó una de las primeras sociedades de temperancia en los Estados Unidos. El capitán Bates era un hombre espiritual con puntos de vista bien definidos y valiente como un león. No vacilaba en sacrificarse cuando llegaba la necesidad. Demos gracias a Dios por este venerable capitán apóstol de la verdad del sábado.

Guillermo Miller.

Heraldo del Segundo Advenimiento.

Nació el 13 de febrero de 1782 - Murió el 20 de diciembre de 1849

Cuando niño Guillermo Miller vivió en una finca al este de Nueva York. A la muerte de sus padres, heredó la finca. Cuando joven fue un estudiante diligente, consiguiendo prestado libros y leyendo siempre que tenía oportunidad. En la noche, después que sus padres se retiraban, se levantaba en silencio, tomaba un libro, se acostaba frente a la chimenea y estudiaba. Una noche su padre lo sorprendió y amenazó con pegarle si no descansaba y dejaba sus hábitos ridículos de estudio.

Miller tenía una formación religiosa sólida, pero se ató a la "multitud equivocada". Sus amigos eran deístas. Esta gente puso a un lado la Biblia y tenía ideas vagas acerca de Dios y su personalidad.

Pero Miller fue siempre un hombre de carácter moral elevado. Lo que no pudo encontrar en la religión lo trató de obtener en realización elevadas y patrióticas. Sirivió con distinción a su patria como oficial en la guerra de 1812. Más tarde en su comunidad natal sirvió como juez de paz.

Cuando Miller tenía treinta y cuatro años, se sintió descontento con sus perspectivas. El Espíritu Santo impresionó su corazón y se volvió al estudio de la Palabra de Dios. En este libro, Jesús le fue revelado como su Salvador. Encontró en Cristo la respuesta a todas sus necesidades. Decidió estudiar la Biblia cuidadosamente y establecer, si podía, la respuesta a los muchos problemas que lo tenían perplejo. Su estudio lo condujo a las grandes profecías que indicaban la primera y la segunda venida de nuestro Señor. Las profecías del tiempo le interesaban, particularmente las de Daniel y Apocalipsis.

En el año 1818, como resultado de su estudio de las profecías de Daniel 8 y 9, llegó a la conclusión de que Cristo vendría en algún tiempo del año 1843 ó 1844. Vaciló hasta 1831 antes de empezar a anunciar sus descubrimientos. Entonces la suerte fue echada. Por su primer servicio público podemos marcar los principios del movimiento adventista en Norteamérica. En los meses y años que siguieron aproximadamente 100,000 personas creyeron en la inminente segunda venida de Cristo.

Miller vivió varios años después del chasco de 1844. Murió en Jesucristo en 1849. Cerca de su casa en Low Hampton hay una pequeña iglesia que él construyó antes de morir. A pesar de su incomprensión del evento que debía acontecer en 1844, Dios lo usó para despertar al mundo en cuanto a la proximidad del fin y a la preparación de pecadores para el tiempo del juicio.

Descansa en el pequeño cementerio de Low Hampton, Nueva York, esperando el llamado del Dador de la vida.

John Nevis Andrews.

Primer Misionero Extranjero.

Nació el 22 de julio de 1829 - Murió el 21 de octubre de 1883

J. N. Andrews simboliza una cosa para los Adventistas del Séptimo Día. Fue el primer misionero Adventista del 7º Día que viajó en 1874 al occidente de Europa para establecer la obra en Suiza.

Pero olvidamos que él fue también el autor del libro histórico, "Historia del Sábado". Pocos de nosotros conocemos a J. N. Andrew como el 3er presidente de la Asociación General del 14 de mayo de 1867 al 18 de mayo de 1869. Fue precedido únicamente por Juan Byington y Jaime White. Este gigante literario, profundo estudiante y santo, fue también el editor de nuestra venerable revista de iglesia, la Review & Herald. Aunque vivió solamente 54 años, se distinguió así mismo como uno de los mejores escritores que jamás hayamos tenido. Estuvo asociado muy de cerca con el pastor y la señora White en la dirección pionera y el trabajo evangelístico de la iglesia naciente.

Andrews se desarrolló vigorosamente en su servicio pionero en el occidente de Europa. En muchas maneras estaba calificado para el trabajo misionero. En otras habría hecho mejor en su tierra natal. No obstante Dios lo usó para reunir las esparcidas compañías que guardaban el sábado en Inglaterra y en el continente, y para organizar la obra, con oficina central en Basilea, Suiza. Murió en el servicio activo, un sacrificado misionero pionero.

Juan Byington.

Primer Presidente de la Asociación General.

Nació el 8 de octubre de 1789 - Murió el 7 de enero de 1887

Juan Byington era un itinerante predicador metodista antes de llegar a ser predicador Adventista del 7º día. Era un oponente vigoroso de la esclavitud y se dice que su hogar estaba en el viejo sótano de una estación de los ferrocarriles que ofrecía refugio a los esclavos que escapaban del Sur en busca de libertad. No aceptó el mensaje adventista hasta después de haber cumplido 50 años. Entonces llegó a ser un enérgico predicador de la verdad. Ayudó a organizar una de las primeras iglesias adventistas en Buck's Bridge, New York. Fue un hombre práctico y ayudó a construir varias de las primeras iglesias Adventistas del Séptimo Día.

En mayo de 1863, representantes de los adventistas observadores del sábado fueron enviados a Battle Creek, para la primera sesión de la Asociación General. 20 delegados asistieron, representando seis conferencias. Un comité ejecutivo de tres personas fue nombrado. El Pastor Juan Byington fue elegido el 21 de mayo, el primer presidente de la Asociación General.

La iglesia de Buck's Bridge, donde Byington hizo su hogar, fue edificada en 1855, en el mismo año que se construyó la primera iglesia en Battle Creek. Sin embargo, es probable que la iglesia en Buck's Bridge se construyera antes. No era una iglesia grande, tenía 20 a 30 pies con una extensión de 15 pies en la parte de atrás. Las piedras del fundamento esparcidas pero todavía tendidas en la escena, testifican de la hermosa ubicación de esta antigua e histórica señal.

En el año 1854 comenzó aparentemente a funcionar la escuela de Buck's Bridge. Fue fundada 2 años antes de la primera escuela elemental en Battle Creek. La hija del pastor Byinton, Martha, enseñó en esta escuela. Se casó con Geoge Amador, quien era my conocido en la oficina de la "Review and Herald" en Battle Creek. Como capataz e impresor. Byington vivió bastante como para ver a la iglesia que él estableció, llegar a ser una iglesia misionera con obra en varios continentes. Murió cuando tenía 88 años de edad.

Raquel Preston.

Una celosa Guardadora del Sábado.

Nació el 2 de marzo de 1809 - Murió en 1868

Un indicio del importante papel que la Sra. Preston jugó en la historia de la iglesia Adventista primitiva se obtiene al mirar la inscripción sobre la lápida de su tumba:

"Raquel Preston fue usada por Dios en llevar la verdad del sábado a la iglesia Adventista de Washington, New Hampshire; la cual llegó a ser la primera iglesia Adventista del Séptimo Día en América".

Raquel Preston era una Bautista del Séptimo Día cuando vino a Washington. Su hija Raquel Delight Oakes, llegó a ser la esposa de Cyrus Farnsworth, quien con su hermano Guillermo fueron los primeros observadores del sábado entre los adventistas de Washington.

Fue en el año 1837, que Raquel Harris Oakes y su hija se unieron a la iglesia Bautista del Séptimo Día en Vernon, Vermot. Evidentemente su esposo, Emory, murió allí, aunque no hay ninguna declaración al respecto. En el año de 1843 Raquel Oakes y su hija, Delight, se mudaron a Washington, New Hampshire. Delight enseñaba en la escuela. Su madre vivía con ella y llegó a ser el instrumento en las manos de Dios para llevar la luz del sábado a ese grupo de adventistas. Los adventistas a su vez, le trajeron la bendita esperanza del segundo advenimiento. En Washington conoció a Nathan T. Preston, con quien contrajo matrimonio. Vivieron allá y en Milford por muchos años y finalmente regresaron a Vernon, Vermot, donde murió y fue enterrada.

Jaime White.

El Apóstol Pablo del Movimiento.

Nació el 4 de agosto de 1821 - Murió el 6 de agosto de 1881

Los Adventistas del Séptimo Día nunca han conocido a un ejecutivo y dirigente misionero más talentoso y capaz que Jaime White. Fue también un poderoso evangelista público. No solo participó con William Miller y José Bates y tantos otros predicadores en la proclamación del advenimiento de nuestro Señor cerca de 1840, sino que sobrevivió al movimiento millerita para llegar a ser el primer gran apóstol de la causa Adventista del Séptimo Día.

La palabra "el primero" se aplica a Jaime White como a ningún otro ministro en la iglesia. Fue el publicador del primer periódico editado por los Adventistas del Séptimo Día, La Verdad Presente, (1849). Fue el primer editor de la Review and Herald (1850), del Youth's Instructor (1852), y también del Signs of the Times (1874). Podría haber sido el primer presidente de la Asociación General, pero rechazó el honor ofrecido por la mayoría de sus hermanos porque había sido jefe defensor de la Organización de la Iglesia. No quería que la gente pensara que estaba elaborando un puesto para sí mismo. Sin embargo, fue presidente de la Asociación General entre 1865-1867, 1868-1871 y 1874-1880.

La contribución de Jaime White a la iglesia fue tanto en el campo de publicaciones como en el de liderazgo y administración de la iglesia. Si hubo un fundador de la Review and Herald Publishing Association fueron él y su esposa, Elena G. de White. Lo mismo podría decirse de la Pacific Press Publishing Association. Jaime White fue el patrocinador y promotor de estas dos grandes instituciones.

Murió el 6 de agosto de l881, cuando tenía solamente sesenta años. Literalmente se mató a sí mismo trabajando. Se elevó a tal estatura que fue difícil persuadir a otros hombres a encargarse del trabajo, pues ellos pensaban que él estaba calificado para hacerlo mucho mejor. Su esposa le aconsejó que compartiera sus responsabilidades. Trató de hacer esto, pero Jaime White era una figura grandiosa, un excelente financista y administrador, escritor, evangelista y ejecutivo. Los hermanos se apoyaron tanto en él que la imponente figura cayó. Sus sesenta años de vida fueron gastados generosa y sacrificadamente. Ningún otro ministro adventista del séptimo día hizo más que él para construir altos principios y eficiencia dentro de la vida de nuestras iglesias e instituciones.

Elena de White.

Mensajera del Señor.

Nació el 26 de noviembre de 1827 - Murió el 16 de julio de 1915

Elena G. de White fue la más conocida de todos los adventistas del Séptimo Día, no solamente porque fue dotada con el don de profecía, sino por su marcada influencia en la formación de un movimiento mundial dinámico. Durmió en Cristo el 16 de julio de 1915, pero su fama sigue creciendo al pasar los días.

Cuando era joven adolescente participó en la proclamación Millerita de 1840. Igual que miles pasó por el chasco, pero su fe nunca vaciló. Llegó a ser una de los 3 pioneros originarios de la iglesia teniendo parte con el que sería su esposo, Jaime White y José Bates en esparcir la nueva luz sobre la purificación del santuario y el sábado.

Poco después de su primera visión, Elena Harmon fue instruida por el ángel del Señor a escribir lo que se le había revelado. Dijo: "Temprano en mis labores públicas, el Señor me ordenó, 'Escribe, escribe las cosas que te he revelado'. En el tiempo en que este mensaje vino a mí, no podía sostener mi mano firme. Mi condición física hizo imposible que escribiera".

"Pero otra vez vino la palabra del Señor: 'Escribe las cosas que te son reveladas' ... Obedecí y como resultado no pasó mucho tiempo antes que pudiera escribir página tras página con relativa facilidad. ¿Quién me dijo lo que debía escribir? ¿Quién aseguró mi mano derecha e hizo posible que usara la pluma? Fue el Señor". Review and Herald, junio 14 sw 1906. (Citado en Messenger to the Remnant, pág. 109).

Su primera revelación profética en diciembre de 1844 fue seguida por aproximadamente otras 2000 en forma de sueños proféticos de noche o visiones de día. La última visión mostrada, trataba sobre el bienestar espiritual de los jóvenes; la fecha, marzo 3 de 1915. Durante los setenta años de su ministerio público entre 1844 y 1915 escribió aproximadamente 25 millones de palabras o cien mil páginas de material manuscrito. ¡Esto es una gran cantidad de escritura!

Los consejos tempranos de la Sra. White en el área de administración y organización de la iglesia, en las ramas de Salud, Evangelismo Médico, Educación y publicaciones son bien conocidos. Sus muchos libros guardan estos mensajes para las iglesias de hoy. Sus escritos no son anticuados, sino que están al día. En algunas áreas de ciencia y educación el mundo no ha aplicado todavía los principios y filosofías enunciadas por la Sra. White. Donde sus consejos han sido puestos en práctica, los resultados han confirmado su origen divino.

El esposo de la señora White murió el 6 de agosto de 1881. Por cerca de treinta y cuatro años la señora White fue viuda. Trabajó dos años en Europa, del verano de 1885 al verano de 1887. Fue pionera en Australia de 1891 a 1900. Los once años pasados en el servicio extranjero ponen de relieve el carácter internacional de su ministerio. Fue verdaderamente una mujer que perteneció al mundo, no simplemente a un grupo provincial. Aunque era americana comprendía que su misión era para la iglesia mundial.

El 13 de febrero de 1915, se cayó en su casa en St. Helena y se quebró la cadera. Murió el 16 de julio de l915. El funeral fue dirigido el 24 de julio de 1915 en Battle Creek. Fue enterrada en Oak Hill Cementery al lado de su esposo y otros parientes. Aunque está muerta, todavía nos habla en los 65 libros que ahora están disponibles en inglés y en muchas traducciones extranjeras.










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